Cuando le pides algo a Dios y al universo con muchas fuerzas y es algo que tal vez no puedas hacer por ti, llegarán personas a apoyarte, para enseñarte, mostrarte el camino y amarte; se irán cuando su trabajo esté listo.
Por eso disfruta del hoy y ahora, atesora cada instante porque ahorita estamos y más tarde no sabemos.
Besemos, abracemos, compartamos, juguemos, caminemos, comamos, hablemos y siempre digámosle lo tanto que queremos o extrañamos a esas personas especiales. Aparten al egoísmo de sus corazones con el "no tengo tiempo" o "después", porque después podría ser demasiado tarde.
Siempre reconcíliense, jamás rechacen un abrazo porque "tienen calor", un beso o una invitación a tomar café o a comer helado con esas personas que nos dan color y luz a nuestras vidas, y en ese momento disfrútenlo mucho; porque hoy estamos, mañana no sabemos.
Marwin Carvallo Peña
Caracas, 14/03/2021
