lunes, 22 de agosto de 2016

Limonada

     Me das esa hoja de árbol seco para secar mis lágrimas que no han parado de bajar desde mi corazón, una laguna rosa en la mente que no piensa en deshacer ni enmendar, sino cantar con el aroma dulce y cálido como una tarde de otoño tomando chocolate caliente con canela sobre aquel lecho de ramas de pino, con rosas rosadas que palpitan en mis manos como los sentimientos que no he de decir aún, ¿cómo nos sentimos o sentamos sin sólo tenemos alas para volar en la tempestad? No es fácil, pero la luz lunar del sol resplandeciendo nuestras almas indican el camino correcto, pero aquel canino nos cuida pero sin razón busca espinas en un clavo, que están en las nubes donde descansamos; todo obstáculo será superado mientras tanto pasamos las páginas y escribimos en letra de oro y soplamos al viento, nada ha de ser borrado, todo ha sido perfecto y lo seguirá siendo, dame una limonada que me sentaré a esperar que llegue lo que quiero y disfrutaré de lo que tengo gracias a Dios… ¡Así sea!



Marwin Carvallo Peña
Originalmente escrito: 22/11/2014

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