viernes, 7 de octubre de 2016

Pálidas Noches

     Y en estas pálidas noches en las que extraño tu aliento soplando sobre mi hombro, deslizando mis manos sobre tus suave delicada piel que ni un pétalo de rosa ha de parecerse, tus manos entre las mías; te extraño tanto como si no te hubiera visto en días y me haces tanto falta como si te hubiese tenido toda la vida, tu voz me recuerda siempre las más clásicas y hermosas melodías que despiertan mis emociones y deseos perpetuos de estar contigo eternamente; ¿en dónde estás y por qué no has de estar conmigo?, pues sólo el tiempo nos dará las mejores respuestas, pero nadie dijo que sería fácil y nada que valga la pena se logra o alcanza sin esfuerzos, sin sacrificios, sin dedicación, sin comprensión, sin lágrimas, sin sangrar... ¡Brindo por ti y nosotros, eternamente, por siempre y para siempre!. Bendiciones manzanas y violetas que acomodadas con incienso canela nos muestran nuestro altar; ni el oro, ni la plata ni el bronce nos será necesario, nuestro amor es como diamante, inoxidable, inquebrantable, inhundible... Te amo como la planta ama al sol y como un pez al agua, te amo como mi espíritu ama la tranquilidad y la paz, y mi alma, mente y cuerpo te ama tanto como si fueras yo mismo...



Marwin Carvallo Peña
Originalmente escrito: 06/09/2016

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