Mis ojos están
hinchados por todas las lágrimas que no han brotado desde ellos, pero desde el
corazón. Las pulsaciones son débiles, se siente una gran presión como si ya no
pudiera sentir amor, ni odio, ni miedo, nada…solo respiro, solo contengo a los
demonios, solamente resisto a la tentación de voltear mi suerte hacia la
oscuridad por unos seres desgraciados, egoístas, finalmente malvados, que no
viven ni dejan vivir, y menos son felices mientras los demás lo sean; pero,
jamás lo serán ahora por todo el daño hecho, causado, generado, enviado y
propiciado.
Confío en Dios y el Universo, en la justicia divina conocida también como Karma, en todos los Ángeles, Arcángeles, Querubines y Serafines, en todos los Elementales y Elohims de que me mantendrán íntegro; jamás dejarán que caiga en la desgracia de la maldad y que todo estará en equilibrio, en balance, en armonía y en correspondencia para todos, bajo la gracia, y de manera perfecta.
Y entonces, solamente me queda decir que definitivamente, será después; porque así lo quisiste una vez desde hace tiempo, porque otros también así lo han decidido, porque así Dios al parecer lo quiso en varias oportunidades o lo quiere, y ahora, así lo decido yo.
En otra vida será…te amé, te amo, y te estaré amando eternamente…mi eterna esposa luna. “A veces dejar ir, es amor…”
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