El problema está en el EGO, que nos hace sentir aludidos, cuando si
quiera se ha mencionado algún nombre… El EGO destruye cualquier relación, el
hemisferio izquierdo del cerebro también el cual debe razonar, simplemente
genera respuesta a nuestros paradigmas de lo que creemos que es correcto y nos
han enseñado a través de la vida, pero nunca nos enseñaron a trabajar el
hemisferio derecho, siempre han dicho que las ciencias son más útiles que las
artes, ¿y entonces?. La sociedad actual ha sido fundada con base en las mismas
(arquitectura, pintura, escultura, música, etc.), ¿qué sucede?, desde temprana
edad nos han formado para razonar, mas no para amar, aceptar y crear, dejen que
el límbico se pronuncie pero proyéctenlo… No podemos controlar lo que sentimos,
más sí lo que decimos y hacemos… entonces: ¡Vean, huelan, escuchen, sientan,
piensen, digan y hagan lo bueno!. ¡Es una actitud, no una religión!. Platón vio
más allá de las apariencias, ¿por qué no podemos nosotros?... Inténtenlo por un
ratico y conocerán lo que es la felicidad… La felicidad no está en un
apartamento, carro, moto, yate, avión, cargo o mucho dinero, sino en hacer lo
que nos satisface, ser profesional no es tener un título sino ser óptimo en lo
que se hace, ser ejemplar y, si se hace con amor, constancia y dedicación, con
pasión; ¡eso es felicidad!. Felicidad es ser remunerado por lo que amas hacer… La
materia y las apariencias con el tiempo se pueden desvanecer, pero siempre
estará el alma y espíritu; la experiencia, eso no cambia, más bien se optimiza,
¿quieres ser mediocre o ser alguien de calidad, de excelencia?. Qué importa tu
físico, lo que importa es tu mente y espíritu…
Marwin Carvallo Peña
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