El Alma Asciende

      En un día del sol mi alma contemplaba su ascender, descubriendo cómo han borrado tristezas de su piel; ha recordado muchos momentos, muchas miradas, muchos intentos, muchos deseos que asombrada ha visto que con la luna, todo con ella se ha logrado; la luna ha podido hacer lo que ha transcurrido en una vida que el alma pueda revivir, lo que en una vida se ha experimentado, vivido, sentido, escuchado, olido y observado… ¿Cosas del destino?, no se sabe, solo se agradece al momento en que la vista brillante y trébol se cruzó ante los prados café, aunque se perdió en el horizonte reapareció cuando tenía que ser, en el momento justo y preciso, no antes ni después; las sensaciones del alma han llegado a ser reflejadas en la mente y el cuerpo, haciendo que ni el tiempo ni distancia pueda verdaderamente separar a la luna del sol; en las noches tan bella e iluminada por el sol que la hace sentirse libre, pero cada cierto tiempo en eclipses se encuentran, se aman, se entregan y se vuelven uno para así dar un nuevo anochecer y amanecer; y así ha transcurrido la historia, en la que se ama con todo el ser, en la que se ama total y completamente a otro ser, en la que sientes, hueles, escuchas, ves, piensas, dices y haces todo sintiendo al ser amado; y que todo en armonía para todos y de manera perfecta, sabes con cada milímetro de tu piel, cada descarga eléctrica y química de tu mente, cada latido, lágrima y sensación que es la persona que tanto habías estado esperando, que tanto deseabas, que tanto soñabas, que tanto anhelabas, que tanto le pedías a Dios que colocara en tu camino; y así fue, justo cuando el alma se había rendido, llegó, ascendió e iluminó todas las noches, llenándolas de aromas a rosa blancas y rojas, a girasoles, a coco y a canela; entonces se hizo ella la primavera, la luna llena, la reina y princesa, la novia y esposa, la ángel y diosa, en fin, se hizo toda ella en su ser esencial en el ser total, lo cual será escrito en piedra y sucederá hasta que se ascienda y seguirá el amor en el más allá, en la eternidad e infinitamente, por y para siempre… ¡Amén!
 

Marwin Carvallo Peña
Originalmente escrito: 05/02/2017