Los Caballos

     Y con gran fuerza como caballos desorientados y desencadenados después de tanto tiempo aprisionados, surgieron los sentimientos, que mueven el carruaje con perfecta velocidad y dirección, hasta tu corazón, que ni las tinieblas ni la noche han podido detener este emprendimiento, con tu aliento y voz que me impulsan a la vez, y como suave tonada y dulce aroma que despide tu piel sigo adelante, en tu alma, en el reflejo de los ojos puedo ver todo lo bello de tu ser, hasta lo que podemos llegar a ser, aun no puedes creerlo, ni siquiera yo he podido hacerlo, pero de algo estoy muy seguro, y es que dentro de mi arde una eterna y perpetua llama que siempre eleva su nivel, cada día te pienso y siento más, hasta tus recuerdo los hago vibrar y me hacen vibrar como una orquesta sinfónica, me hacen sonreír, me hacen sentir, me llevan hasta otros niveles, otros mundos, ¿será esto amor?. Cómo se le puede negar la vida al alma si ésta lo único que pretende es amar, y nuevamente revienta el sol a través de las sombras anunciando el triunfo, la victoria y de lo bendecidos que hemos estado por este plan perfecto que nos une en estos días, sin temor, sin miedo a nada, hemos de seguir estos caminos que nos guiarán hasta ese eterno castillo que construiremos juntos, con ambas manos, con ambas piernas, ninguno por separado, a la par, en comunión, con respeto, sin reglas, con amor y sin jerarquías, compartiendo cada instante y momento, como Dios quiso, como Dios nos creó, para que fuéramos felices, ya que esto es una decisión y no una opción, y nosotros elegimos ser felices y, así será…

Marwin Carvallo Peña

Originalmente escrito: 25/11/2013