Ya mi alma ha dejado de llorar, ya el sol de nuevo toca y calienta mi rostro, solo quedan alguna huellas que han de ser borradas por la dulce y suave brisa novena en noviembre, en piedra como siempre he escrito todo lo bueno y lo mejor que me ha pasado, lo malo, solo es una apariencia y una percepción, una traducción que hace mi mente, sé que todo lo que ha sucedido es bueno y será aún mejor, veo las rosas y me apremian tenerlas y embellecer mis amaneceres y anocheceres con ellas, con incienso de pino, canela y mandarina, alumbraré la tarde para recordar todo lo bueno que ha sido, y visualizar lo excelente que todo ahora será, gracias a todos los Dioses y a mi Dios supremo, padre-madre por todo lo concedido…
Marwin Carvallo Peña
Originalmente escrito: 07/11/2013
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